Mayo 17 de 2024
CUANDO EL
PECADO CONTAMINA EL CORAZÓN
2 SAMUEL
11:14-21 (SALMOS 19, 52, 39)
14 Entonces, a la mañana siguiente, David escribió una
carta a Joab y se la dio a Urías para que se la entregara. 15 La
carta le daba las siguientes instrucciones a Joab: «Pon a Urías en las líneas
del frente, donde la batalla sea más violenta. Luego retrocedan, para que lo
maten». 16 Así que Joab asignó a Urías a un lugar
cerca de la muralla de la ciudad donde sabía que peleaban los hombres más
fuertes del enemigo. 17 Y cuando los soldados
enemigos salieron de la ciudad para pelear, Urías el hitita murió junto con
varios soldados israelitas.
18 Luego Joab envió a David un
informe de la batalla. 19 Le dijo a su mensajero:
«Informa al rey todas las novedades de la batalla. 20 Pero
tal vez se enoje y pregunte: “¿Por qué las tropas se acercaron tanto a la
ciudad? ¿Acaso no sabían que dispararían desde la muralla? 21 ¿No
fue Abimelec, hijo de Gedeón, muerto en Tebes por una mujer que le tiró
una piedra de molino desde la muralla? ¿Por qué se acercaron tanto a la
muralla?”. Entonces dile: “Murió también Urías el hitita”».
https://youtu.be/BPIVbDSE6i4?si=OzhXdacSuupHFKVW
Estimado
lector
Qué bajo
puede caer un hijo de Dios cuando dirige su mirada donde no debería. 2 Samuel
11 narra cómo un hombre justo y piadoso no solo cometió adulterio, sino que
incluso ordenó un asesinato para encubrir su pecado. Episodios como este pueden
escandalizar al lector y parecer un drama ajeno, pero cuando alguien se ve
directamente afectado, las pasiones pueden tomar el control hasta extremos que,
en circunstancias normales, rechazaríamos absolutamente. A veces, no podemos
predecir cómo reaccionaremos ante personas que amenacen nuestra seguridad o
posición social.
Cuando el
pecado contamina el corazón del creyente, puede llevarlo a cometer actos peores
que los de un incrédulo. David cedió a sus deseos sensuales durante años,
ignorando las advertencias de Dios y las vías de escape. Permitió que la
tentación se convirtiera en lujuria y la lujuria en adulterio. Cuando las
consecuencias de su adulterio amenazaron con exponer su pecado, lo cubrió
primero con engaño y luego con asesinato. Satanás lo engañó paso a paso.
Solo el
Espíritu de Dios puede regenerar esta naturaleza humana. Cuando una persona se
abre a la gracia de Dios para recibir la salvación que Él ofrece, se produce
una transformación en su vida.
Invite en oración a la presencia de Dios y pídale que su verdad le sean reveladas.
¿Señor qué me quieres decir hoy?
Permita que el Espíritu Santo le revele
Dios podría estar hablándole de Él
Dios podrá estar hablándole a usted. Reflexione en lo siguiente:
Ahora que ha permitido que Dios le hablara, hable con Él en oración.
Ahora que ha permitido que Dios le hablara, hable con Él en oración.
Juan 14:15 “Si me amáis, guardad mis mandamientos”
Santiago 1:22 “Mas sed hacedores de la palabra, y no tan solamente oidores, engañándoos á vosotros mismos”