CUANDO LO MÁS IMPORTANTE ES GASTAR NUESTRA VIDA EN ÉL

Junio 06 de 2025

La iglesia no cierra. Ahora más unidos, más cerca.

 

 

CUANDO LO MÁS IMPORTANTE ES GASTAR NUESTRA VIDA EN ÉL

 

MATEO 3:1-6

Juan el Bautista prepara el camino

En esos días, Juan el Bautista llegó al desierto de Judea y comenzó a predicar. Su mensaje era el siguiente: «Arrepiéntanse de sus pecados y vuelvan a Dios, porque el reino del cielo está cerca». El profeta Isaías se refería a Juan cuando dijo:

«Es una voz que clama en el desierto:
“¡Preparen el camino para la venida del Señor!
    ¡Ábranle camino!”».

Juan usaba ropa tejida con pelo rústico de camello y llevaba puesto un cinturón de cuero alrededor de la cintura. Se alimentaba con langostas y miel silvestre. Gente de Jerusalén, de toda Judea y de todo el valle del Jordán salía para ver y escuchar a Juan; y cuando confesaban sus pecados, él las bautizaba en el río Jordán.

 

 

https://youtu.be/C1R0vobMYOk?si=I4hdH6aUCeHIjX6H

 

Estimado lector:

 

Juan “el Bautista”, hijo de Zacarías y Elizabet (pariente de María, la madre de Jesús), estuvo consagrado al servicio de Dios desde antes de nacer. Según el relato de Lucas 1:41, aun en el vientre, saltó de gozo al encontrarse su madre con María embarazada. Desde ese momento hasta su encarcelamiento y posterior decapitación, Juan vivió entregado a la predicación, anunciando el arrepentimiento como vía para establecer el Reino de Dios.

 

El ángel Gabriel declaró sobre él: “Irá delante de él con el espíritu y el poder de Elías, para hacer volver los corazones de los padres a los hijos” (Lc 1:17). Su vestimenta rústica y su dieta inusual reflejaban una vida apartada, centrada más en la obediencia al llamado divino que en los estándares o normas sociales de su tiempo. Las prioridades de Juan estaban definidas: agradar a Dios por encima de todo.

 

Su vida representa un ejemplo inspirador de fidelidad y compromiso. Invita a reflexionar sobre la entrega total al propósito de Dios, incluso en contextos hostiles o difíciles. Al final, lo que verdaderamente importa no es lo pasajero, sino lo eterno; y vivir con esa perspectiva es lo que lleva a escuchar, al final de los tiempos: “Buen siervo fiel”.

 

Como expresó Charles Spurgeon: “¡Señor, no permitas que mi carne, mi bebida o mi vestimenta sean un obstáculo para mí en Tu obra!”

 

4 pasos que te ayudarán a tener un tiempo con Dios.


Invite en oración a la presencia de Dios y pídale que su verdad le sean reveladas.

  1. Lea despacio
  2. Lea en voz alta
  3. Mientras esté leyendo pregúntele a Dios:

¿Señor qué me quieres decir hoy?
Permita que el Espíritu Santo le revele


Dios podría estar hablándole de Él

  1. ¿Quién es Él?
  2. ¿Cuáles son sus características?
  3. ¿Qué hará?

Dios podrá estar hablándole a usted. Reflexione en lo siguiente:

  • P ¿Será un PECADO que debo confesar?
  • A ¿Será una ACTITUD que debo adoptar?
  • M ¿Será un MANDAMIENTO que debo obedecer?
  • P ¿Será una PROMESA que debo reclamar?
  • E ¿Será un EJEMPLO que debo seguir o evitar?

Ahora que ha permitido que Dios le hablara, hable con Él en oración.

  1. Pida PERDÓN: Confiese su pecado, arrepiéntase y reciba el perdón de Dios
  2. De GRACIAS: Agradezca a Dios por sus muchas bendiciones y promesas
  3. Por FAVOR: Ore por sus necesidades y las de otros; salvación, sanidad, protección
  4. Finalice diciendo TE AMO. Termine este tiempo en adoración y alabanza

Ahora que ha permitido que Dios le hablara, hable con Él en oración.

  1. ¿Qué le habló Dios?
  2. ¿Cómo esto cambiará sus perspectivas?
  3. ¿Cómo aplicará esto en su vida diaria?

Juan 14:15 “Si me amáis, guardad mis mandamientos”

Santiago 1:22 “Mas sed hacedores de la palabra, y no tan solamente oidores, engañándoos á vosotros mismos”

DEVOCIONALES