DE LA OSCURIDAD A LA LUZ

Junio 14 de 2025

La iglesia no cierra. Ahora más unidos, más cerca.

DE LA OSCURIDAD A LA LUZ

 

MATEO 4:12-17

12 Cuando Jesús oyó que habían arrestado a Juan, salió de Judea y regresó a Galilea. 13 Primero fue a Nazaret, luego salió de allí y siguió hasta Capernaúm, junto al mar de Galilea, en la región de Zabulón y Neftalí. 14 Así se cumplió lo que Dios dijo por medio del profeta Isaías:

15 «En la tierra de Zabulón y Neftalí,
    junto al mar, más allá del río Jordán,
    en Galilea, donde viven tantos gentiles,
16 la gente que estaba en la oscuridad
    ha visto una gran luz.
Y para aquellos que vivían en la tierra donde la muerte arroja su sombra,
    ha brillado una luz».

17 A partir de entonces, Jesús comenzó a predicar: «Arrepiéntanse de sus pecados y vuelvan a Dios, porque el reino del cielo está cerca».

 

https://youtu.be/GA69Q-aTlVc?si=89uPURaLzE3miOzI

 

Estimado Lector:

 

El Evangelio de Mateo relata que, tras el arresto de Juan el Bautista, Jesús se trasladó a Galilea para iniciar su ministerio itinerante en esa región. Galilea era una zona densamente poblada y progresista. Según el historiador judío Flavio Josefo, se estima que vivían allí aproximadamente tres millones de personas.

 

La ciudad de Capernaúm se convirtió en el centro del ministerio de Jesús. Con esto se cumplió la profecía de Isaías 9:1-2, que anticipaba la manifestación del Mesías en esa tierra. Isaías habló de una gran luz que resplandecería en Galilea, una región habitada en su mayoría por gentiles.

 

Un componente esencial del ministerio de Jesús fue la predicación. El término griego utilizado para “predicar” es kēryssō, que hace referencia a la función del heraldo: aquel que proclamaba públicamente un mensaje directo del rey.

 

El mensaje que Jesús proclamaba tenía el mismo contenido que el de Juan el Bautista. No obstante, Jesús llevó ese mensaje más lejos, ya que Juan anunciaba la llegada del Mesías, mientras que Jesús era el Mesías.

 

El núcleo del mensaje se resumía, en una palabra: “Arrepentíos”. Ante la cercanía del Reino de los Cielos, era necesaria un arrepentimiento que implicaba un cambio radical tanto en la vida personal como en la relación con Dios, porque el Reino ya se había hecho presente.

 

Este llamado permanece vigente. El mensaje del Evangelio no ha cambiado: continúa siendo un llamado al arrepentimiento y a la fe para todo aquel que cree en Cristo.

 

 

4 pasos que te ayudarán a tener un tiempo con Dios.


Invite en oración a la presencia de Dios y pídale que su verdad le sean reveladas.

  1. Lea despacio
  2. Lea en voz alta
  3. Mientras esté leyendo pregúntele a Dios:

¿Señor qué me quieres decir hoy?
Permita que el Espíritu Santo le revele


Dios podría estar hablándole de Él

  1. ¿Quién es Él?
  2. ¿Cuáles son sus características?
  3. ¿Qué hará?

Dios podrá estar hablándole a usted. Reflexione en lo siguiente:

  • P ¿Será un PECADO que debo confesar?
  • A ¿Será una ACTITUD que debo adoptar?
  • M ¿Será un MANDAMIENTO que debo obedecer?
  • P ¿Será una PROMESA que debo reclamar?
  • E ¿Será un EJEMPLO que debo seguir o evitar?

Ahora que ha permitido que Dios le hablara, hable con Él en oración.

  1. Pida PERDÓN: Confiese su pecado, arrepiéntase y reciba el perdón de Dios
  2. De GRACIAS: Agradezca a Dios por sus muchas bendiciones y promesas
  3. Por FAVOR: Ore por sus necesidades y las de otros; salvación, sanidad, protección
  4. Finalice diciendo TE AMO. Termine este tiempo en adoración y alabanza

Ahora que ha permitido que Dios le hablara, hable con Él en oración.

  1. ¿Qué le habló Dios?
  2. ¿Cómo esto cambiará sus perspectivas?
  3. ¿Cómo aplicará esto en su vida diaria?

Juan 14:15 “Si me amáis, guardad mis mandamientos”

Santiago 1:22 “Mas sed hacedores de la palabra, y no tan solamente oidores, engañándoos á vosotros mismos”

DEVOCIONALES