Junio 20 de 2025
EL CORAZÓN QUE REFLEJA A DIOS
MATEO 5:7-9
7 Dios bendice a los
compasivos,
porque serán tratados con compasión.
8 Dios bendice a los que tienen corazón puro,
porque ellos verán a Dios.
9 Dios bendice a los que procuran la paz,
porque serán llamados hijos de Dios.
https://youtu.be/qoEKGuvskJ0?si=R7olcL0AepFtusJW
Estimado lector:
En este pasaje, Jesús describe cómo se evidencia un corazón transformado por la gracia de Dios. La misericordia, más que un sentimiento de compasión, implica acción: perdonar, ayudar y acercarse al sufrimiento ajeno. Quienes han experimentado la misericordia divina tienden naturalmente a extenderla a otros. Dios, en coherencia con su carácter, promete misericordia a quienes la practican. En su sentido original, este término implica un amor activo hacia quienes se encuentran en necesidad, reflejando la compasión de Dios.
Un corazón limpio no hace referencia a la perfección, sino a la sinceridad y a la ausencia de hipocresía. Esta pureza del corazón permite ver a Dios con claridad: en lo cotidiano, en sus promesas, y finalmente, en su presencia. La pureza, según la enseñanza bíblica, no se alcanza por mérito humano, sino que es el resultado de una limpieza interior que solo Dios puede realizar.
Los pacificadores no solo desean la paz; trabajan
activamente para establecerla. En un mundo marcado por la división, Dios llama
a ser instrumentos de reconciliación. A estas personas, las reconoce como sus
hijos. Las bienaventuranzas no son ideales inalcanzables, sino evidencias de
una vida rendida al Reino de Dios, donde la paz es entendida como una
restauración profunda que solo Cristo puede lograr.
Invite en oración a la presencia de Dios y pídale que su verdad le sean reveladas.
¿Señor qué me quieres decir hoy?
Permita que el Espíritu Santo le revele
Dios podría estar hablándole de Él
Dios podrá estar hablándole a usted. Reflexione en lo siguiente:
Ahora que ha permitido que Dios le hablara, hable con Él en oración.
Ahora que ha permitido que Dios le hablara, hable con Él en oración.
Juan 14:15 “Si me amáis, guardad mis mandamientos”
Santiago 1:22 “Mas sed hacedores de la palabra, y no tan solamente oidores, engañándoos á vosotros mismos”