Septiembre 23 de 2024
ÉL ES REY
SALMOS 99:1-5
¡El Señor es rey!
¡Que tiemblen las naciones!
Está sentado en su trono, entre los querubines.
¡Que se estremezca toda la tierra!
2 El Señor se sienta con majestad en Jerusalén,
exaltado sobre todas las naciones.
3 Que ellas alaben tu nombre grande y temible.
¡Tu nombre es santo!
4 Rey poderoso, amante de la justicia,
tú has establecido la imparcialidad.
Has actuado con justicia
y con rectitud en todo Israel.
5 ¡Exalten al Señor nuestro Dios!
¡Póstrense ante sus pies porque él es santo!
https://youtu.be/LveZsAhVbws?si=l1duAU7n507BOQRe
Estimado lector:
El reinado de Dios manifestado en este texto es una
evidencia clara de que no se trata en ningún caso de un reinado aislado o, del
cual no se deba estar apercibido. Por el contrario, es un reinado vigente,
activo y, hay que tener claro que, se encuentra en constante acción.
Dios mismo, en Su Majestad, está de manera constante sobre
Su pueblo. Y Su pueblo, debe vivir en constante adoración para con Él; una
adoración, que va más allá de cánticos o palabras; una adoración, que se debe
enmarcar en una profunda necesidad e intención de vivir conforme a Su voluntad,
conforme a Su palabra.
Su santidad muestra que Él está por encima de todo y, esa
verdad, debe dar la suficiente paz y tranquilidad para descansar en la
confianza de que Su justicia es suficiente, y Su voluntad es buena, agradable y
perfecta.
Así se puede vivir de manera confiada, reconociendo que Su
perfecto amor echará fuera todo temor, ¡Porque nuestro Rey vive y vivirá
eternamente!
Invite en oración a la presencia de Dios y pídale que su verdad le sean reveladas.
¿Señor qué me quieres decir hoy?
Permita que el Espíritu Santo le revele
Dios podría estar hablándole de Él
Dios podrá estar hablándole a usted. Reflexione en lo siguiente:
Ahora que ha permitido que Dios le hablara, hable con Él en oración.
Ahora que ha permitido que Dios le hablara, hable con Él en oración.
Juan 14:15 “Si me amáis, guardad mis mandamientos”
Santiago 1:22 “Mas sed hacedores de la palabra, y no tan solamente oidores, engañándoos á vosotros mismos”