ENTONA EL HIMNO, AUNQUE NO CONOZCAS SU ALCANCE

Septiembre 16 de 2024

La iglesia no cierra. Ahora más unidos, más cerca.

 

ENTONA EL HIMNO, AUNQUE NO CONOZCAS SU ALCANCE

 

SALMOS 96:1-9

¡Canten al Señor una nueva canción!
    ¡Que toda la tierra cante al Señor!
Canten al Señor, alaben su nombre;
    cada día anuncien las buenas noticias de que él salva.
Anuncien sus gloriosas obras entre las naciones;
    cuéntenles a todos las cosas asombrosas que él hace.
¡Grande es el Señor! ¡Es el más digno de alabanza!
    A él hay que temer por sobre todos los dioses.
Los dioses de las otras naciones no son más que ídolos,
    ¡pero el Señor hizo los cielos!
Honor y majestad lo rodean;
    fuerza y belleza llenan su santuario.

Oh naciones del mundo, reconozcan al Señor;
    reconozcan que el Señor es fuerte y glorioso.
¡Denle al Señor la gloria que merece!
    Lleven ofrendas y entren en sus atrios.
Adoren al Señor en todo su santo esplendor;
    que toda la tierra tiemble delante de él.

 

https://youtu.be/u1UhoQeO8SM?si=5RNs_13FPM68MiSu

 

Estimado lector:

David compuso este salmo, cuando el arca fue colocada en medio del tabernáculo que él mismo había preparado para ella. Y el pueblo ofreció holocaustos y ofrendas de paz, delante de Dios.

 

Los días de luto habían terminado, y llegaba el tiempo de los cánticos. Un cántico exclusivo para el Dios verdadero (no para los dioses paganos y falsos de la época), que invitaba no solo a los judíos o a los gentiles; sino a la creación entera, a entregar el corazón al Único Dios.

 

Cada día y hora que pasa en la historia del hombre desde la apostasía, esta deuda de Gloria ha ido aumentando, porque la humanidad no da la gloria debida al nombre de Dios. Es importante que, Sus hijos, le den alabanza continua, diaria, incondicional.

 

Sin importar lo difícil de la situación, siempre existirán razones para alabar y agradecer a Dios. En lugar de enfocar la mirada en el problema, es necesario reflexionar sobre Sus maravillas, y cantar un nuevo cántico de gratitud y alabanza. Dios se agrada en la alabanza de Sus hijos.

 

La gloria y la fortaleza, solo se hallan en el Señor. Todo lo demás, es solo una semejanza de ellas.

 

4 pasos que te ayudarán a tener un tiempo con Dios.


Invite en oración a la presencia de Dios y pídale que su verdad le sean reveladas.

  1. Lea despacio
  2. Lea en voz alta
  3. Mientras esté leyendo pregúntele a Dios:

¿Señor qué me quieres decir hoy?
Permita que el Espíritu Santo le revele


Dios podría estar hablándole de Él

  1. ¿Quién es Él?
  2. ¿Cuáles son sus características?
  3. ¿Qué hará?

Dios podrá estar hablándole a usted. Reflexione en lo siguiente:

  • P ¿Será un PECADO que debo confesar?
  • A ¿Será una ACTITUD que debo adoptar?
  • M ¿Será un MANDAMIENTO que debo obedecer?
  • P ¿Será una PROMESA que debo reclamar?
  • E ¿Será un EJEMPLO que debo seguir o evitar?

Ahora que ha permitido que Dios le hablara, hable con Él en oración.

  1. Pida PERDÓN: Confiese su pecado, arrepiéntase y reciba el perdón de Dios
  2. De GRACIAS: Agradezca a Dios por sus muchas bendiciones y promesas
  3. Por FAVOR: Ore por sus necesidades y las de otros; salvación, sanidad, protección
  4. Finalice diciendo TE AMO. Termine este tiempo en adoración y alabanza

Ahora que ha permitido que Dios le hablara, hable con Él en oración.

  1. ¿Qué le habló Dios?
  2. ¿Cómo esto cambiará sus perspectivas?
  3. ¿Cómo aplicará esto en su vida diaria?

Juan 14:15 “Si me amáis, guardad mis mandamientos”

Santiago 1:22 “Mas sed hacedores de la palabra, y no tan solamente oidores, engañándoos á vosotros mismos”

DEVOCIONALES