Octubre 03 de 2024
FRENTE A UNA VIDA BREVE, EL AMOR DE DIOS, ES ETERNO
SALMOS 103:15-18
15 Nuestros
días sobre la tierra son como la hierba;
igual que las flores silvestres, florecemos y morimos.
16 El viento sopla, y desaparecemos
como si nunca hubiéramos estado aquí.
17 Pero el amor del Señor permanece para
siempre
con los que le temen.
¡Su salvación se extiende a los hijos de los hijos
18 de los que son fieles a su
pacto,
de los que obedecen sus mandamientos!
https://youtu.be/YKf364fkm7U?si=QR9UBNiX8HchgvEP
Estimado lector:
El salmista utiliza la metáfora de la hierba, refiriéndose
a la brevedad y fragilidad de la existencia humana. Se nace, crece y florece
por un tiempo; pero, al final, la vida se desvanece. Es fácil olvidar lo que
realmente importa, cuando se vive como si fuera, para siempre.
Lo hermoso y alentador es que: Aunque la vida sea breve
como una flor que se marchita, el Amor de Dios es infinito; Su misericordia,
inagotable, y Su fidelidad, ilimitada. Él permanece, ofreciendo un Amor que
trasciende el tiempo y las circunstancias.
Hay una promesa para aquellos que buscan andar en los
caminos de Dios, guardan Su pacto y le temen: Su amor no es solo para ellos,
sino también para sus hijos, y para los hijos de sus hijos. Es un legado de
gracia que Dios otorga, no porque se merezca, sino porque Él es Bueno y fiel.
Cuando un creyente sienta su fragilidad humana, recuerde
que no está solo(a) ni olvidado(a). El Dios que sostiene el universo, también
sostiene su vida. Aunque pase el tiempo, Su amor permanece para siempre. ¿Será
esto motivo para vivir con esperanza? No se debe confiar en lo que se
desvanece, sino en Dios, que es eterno.
Invite en oración a la presencia de Dios y pídale que su verdad le sean reveladas.
¿Señor qué me quieres decir hoy?
Permita que el Espíritu Santo le revele
Dios podría estar hablándole de Él
Dios podrá estar hablándole a usted. Reflexione en lo siguiente:
Ahora que ha permitido que Dios le hablara, hable con Él en oración.
Ahora que ha permitido que Dios le hablara, hable con Él en oración.
Juan 14:15 “Si me amáis, guardad mis mandamientos”
Santiago 1:22 “Mas sed hacedores de la palabra, y no tan solamente oidores, engañándoos á vosotros mismos”