Octubre 25 de 2024
LA GRACIA INFINITA DE DIOS ABRAZA HASTA LA MÁS PROFUNDA
IDOLATRÍA
SALMOS 106:19-23
19 Los
israelitas hicieron un becerro en el monte Sinaí;
se inclinaron ante una imagen hecha de oro.
20 Cambiaron a su glorioso Dios
por la estatua de un toro que come hierba.
21 Se olvidaron de Dios, su salvador,
quien había realizado tantas grandezas en Egipto:
22 obras tan maravillosas en la tierra de Cam,
hechos tan asombrosos en el mar Rojo.
23 Por lo tanto, él declaró que los destruiría.
Pero Moisés, su escogido, intervino entre
el Señor y los israelitas;
le suplicó que apartara su ira y que no los destruyera.
https://youtu.be/6PnreRtQ3nM?si=xiioOtsalwgPncEG
Estimado lector:
En este pasaje, el salmista narra cómo los israelitas, a
pesar de haber presenciado milagros, fabricaron un becerro de oro para
adorarlo. Este acto de idolatría refleja la tendencia humana a olvidar las
bondades de Dios y buscar sustitutos temporales que nunca satisfacen. Se invita
a los creyentes a reflexionar sobre sus propias vidas: ¿han permitido que las
distracciones del mundo afecten su relación con lo divino?
A medida que avanza el texto, la ingratitud del pueblo
lleva a que Dios contemple su destrucción. Este hecho plantea un llamado a la
justicia, pero también resalta la misericordia divina, siempre dispuesta a
restaurar. Se evidencian las consecuencias de las acciones, pero también la
posibilidad de volver al camino de la gracia, incluso tras cometer errores.
La intercesión de Moisés subraya el poder de la oración y
la importancia de apoyar a los demás en tiempos difíciles. Cada persona puede
preguntarse: ¿cómo está intercediendo por sus seres queridos?
Finalmente, el pasaje recuerda la disposición de Dios para
perdonar y restaurar, incluso en circunstancias adversas. El creyente es
invitado a examinar su lucha con la idolatría moderna —ya sea el materialismo,
las distracciones digitales o prioridades mal alineadas— y a hacer los ajustes
necesarios para profundizar su relación con lo divino. Siempre hay
un nuevo comienzo.
Invite en oración a la presencia de Dios y pídale que su verdad le sean reveladas.
¿Señor qué me quieres decir hoy?
Permita que el Espíritu Santo le revele
Dios podría estar hablándole de Él
Dios podrá estar hablándole a usted. Reflexione en lo siguiente:
Ahora que ha permitido que Dios le hablara, hable con Él en oración.
Ahora que ha permitido que Dios le hablara, hable con Él en oración.
Juan 14:15 “Si me amáis, guardad mis mandamientos”
Santiago 1:22 “Mas sed hacedores de la palabra, y no tan solamente oidores, engañándoos á vosotros mismos”