Diciembre 02 de 2024
LIBRES PARA CANTAR
SALMOS 114:1-2
Cuando los israelitas escaparon de Egipto
—cuando la familia de Jacob dejó esa tierra
extranjera—,
2 la tierra de Judá se convirtió en el santuario de
Dios,
e Israel llegó a ser su reino.
https://youtu.be/d-pk_lFGKt8?si=WaUjXYmfA0PDvfpN
Estimado lector:
El Salmo 114 es un canto de victoria y alabanza a Dios,
tradicionalmente entonado por el pueblo de Israel durante la celebración de la
Pascua, conocido como el Hallel egipcio.
Este salmo conmemora la liberación de Israel de la opresión
y esclavitud en Egipto, un evento que, en el contexto del antiguo pacto,
simboliza la intervención poderosa de Dios a favor de su pueblo. En el nuevo
pacto, esta liberación se interpreta como un reflejo de la redención de los
pecados y de la muerte eterna a través de Jesucristo, gracias a su sacrificio
en la cruz y su victoria sobre la tumba vacía.
Aunque la casa de Jacob, es decir, Israel, habitó en Egipto
durante cuatrocientos años, este nunca fue su hogar definitivo. De manera
similar, aunque los creyentes redimidos por Jesús viven en este mundo, este no
es el destino final que Dios ha preparado para ellos.
En el salmo, Dios establece como su santuario y reino a la
tribu de Judá, una representación de Su presencia y dominio. Hoy, cualquier
lugar donde Dios habita se convierte en su santuario, y Su deseo es establecer
Su reino en cada corazón dispuesto.
Que esta verdad inspire alabanza constante al Rey, quien
transforma nuestras vidas con Su redención y amor eterno.
Invite en oración a la presencia de Dios y pídale que su verdad le sean reveladas.
¿Señor qué me quieres decir hoy?
Permita que el Espíritu Santo le revele
Dios podría estar hablándole de Él
Dios podrá estar hablándole a usted. Reflexione en lo siguiente:
Ahora que ha permitido que Dios le hablara, hable con Él en oración.
Ahora que ha permitido que Dios le hablara, hable con Él en oración.
Juan 14:15 “Si me amáis, guardad mis mandamientos”
Santiago 1:22 “Mas sed hacedores de la palabra, y no tan solamente oidores, engañándoos á vosotros mismos”