Mayo 18 de 2024
NO ESTAMOS
EXENTOS DE CAER
2 SAMUEL
11:22-27 (SALMO 5, 51, 32)
22 Por lo tanto, el mensajero fue a
Jerusalén y le dio un informe completo a David.
23 —El enemigo salió contra nosotros
a campo abierto—le dijo—, y cuando los perseguíamos hasta las puertas de la
ciudad, 24 los arqueros que estaban en la muralla
nos dispararon flechas. Mataron a algunos hombres del rey, entre ellos a Urías
el hitita.
25 —Bien, dile a Joab que no se
desanime—dijo David—. ¡La espada devora a este hoy y a aquel mañana! La próxima
vez esfuércense más, ¡y conquistarán la ciudad!
26 Cuando la esposa de Urías se
enteró de que su marido había muerto, hizo duelo por él. 27 Una
vez cumplido el período de luto, David mandó que la trajeran al palacio, y pasó
a ser una de sus esposas. Luego ella dio a luz un hijo. Pero el Señor estaba disgustado con lo que
David había hecho.
https://youtu.be/icg18NHFxDU?si=ttyxxlOe2X8bwwk2
Estimado
lector:
Este
pasaje muestra que David no se conmovió ante la muerte de Urías y los demás
soldados. La expresión "¡La espada devora a este hoy y a aquel
mañana!", era un proverbio que indicaba que tales tragedias eran comunes en
la guerra. Esto revela la frialdad a la que David había llegado.
Aunque
David podría haber sido visto como un héroe por integrar a la viuda de Urías a
su harem, esto desagradó a Dios. Es la primera mención de Dios en el capítulo,
señalando su desaprobación hacia las acciones de David.
El Salmo 32
muestra que David experimentó una intensa convicción de su error, perdiendo
todo gozo por el pecado. David sufrió el estrés y la agonía de vivir una vida
doble y falsa, solo encontrando alivio al arrepentirse y reconciliarse con
Dios.
La lucha
entre la carne y el espíritu en la vida de David es evidente. Los deseos
carnales causan estragos al cegar, endurecer y cauterizar la conciencia,
apartando al hombre de la justicia y el honor.
Los creyentes
pueden caer en el pecado, pero al igual que David, pueden acercarse al trono de
la gracia para obtener perdón y misericordia, como lo
indica Hebreos 4:16.
Invite en oración a la presencia de Dios y pídale que su verdad le sean reveladas.
¿Señor qué me quieres decir hoy?
Permita que el Espíritu Santo le revele
Dios podría estar hablándole de Él
Dios podrá estar hablándole a usted. Reflexione en lo siguiente:
Ahora que ha permitido que Dios le hablara, hable con Él en oración.
Ahora que ha permitido que Dios le hablara, hable con Él en oración.
Juan 14:15 “Si me amáis, guardad mis mandamientos”
Santiago 1:22 “Mas sed hacedores de la palabra, y no tan solamente oidores, engañándoos á vosotros mismos”