UNA AYUDA PODEROSA Y ETERNA

Agosto 28 de 2024

La iglesia no cierra. Ahora más unidos, más cerca.

UNA AYUDA PODEROSA Y ETERNA


SALMOS 89:19-29

19 Hace mucho tiempo hablaste a tu pueblo fiel en una visión.

Dijiste: «He levantado a un guerrero;

    lo seleccioné de la gente común para que fuera rey.

20 Encontré a mi siervo David;

    lo ungí con mi aceite santo.

21 Con mi mano lo mantendré firme;

    con mi brazo poderoso, lo haré fuerte.

22 Sus enemigos no lo vencerán

    ni lo dominarán los malvados.

23 Aplastaré a sus adversarios frente a él

    y destruiré a los que lo odian.

24 Mi fidelidad y mi amor inagotable lo acompañarán,

    y con mi autoridad crecerá en poder.

25 Extenderé su gobierno sobre el mar,

    su dominio sobre los ríos.

26 Y él clamará a mí: “Tú eres mi Padre,

    mi Dios y la Roca de mi salvación”.

27 Lo convertiré en mi primer hijo varón,

    el rey más poderoso de la tierra.

28 Lo amaré y le daré mi bondad para siempre;

    mi pacto con él nunca tendrá fin.

29 Me aseguraré de que tenga heredero;

    su trono será interminable, como los días del cielo.


https://youtu.be/F2atnbFgnEo?si=cfte4h7oc1rBK2JF



    Estimado lector:


Dios había hablado a través de sus profetas que levantaría a un guerrero y lo escogería de la gente común y corriente

David no era de una familia noble o especialmente influyente, sino del pueblo. Sin embargo, Dios lo encontró y lo tuvo como Su siervo.  No fue un rey que se hiciera a sí mismo ni un constructor de imperios, que se labrara una carrera, fue el mismo Dios que lo escogió. Dios describe las muchas bendiciones que puso sobre David, el hombre conforme a Su propio corazón (1 Samuel 13:14).

Estos versículos complementan el Salmo 2, donde el ungido del Señor recibió plena autoridad para subyugar toda resistencia de los enemigos de Dios en la tierra. La verdadera fuente del poder y la autoridad de David radicó en la presencia y el propósito del Señor. 

La promesa del pacto davídico (2 Samuel 7:16) solo se cumple en el reinado eterno del Mesías, Jesucristo.

Este Salmo enseña la importancia de confiar en la fidelidad de Dios, incluso en medio de las dificultades y el sufrimiento. Recuerda que Dios cumple sus promesas y que su amor y misericordia son eternos.


4 pasos que te ayudarán a tener un tiempo con Dios.


Invite en oración a la presencia de Dios y pídale que su verdad le sean reveladas.

  1. Lea despacio
  2. Lea en voz alta
  3. Mientras esté leyendo pregúntele a Dios:

¿Señor qué me quieres decir hoy?
Permita que el Espíritu Santo le revele


Dios podría estar hablándole de Él

  1. ¿Quién es Él?
  2. ¿Cuáles son sus características?
  3. ¿Qué hará?

Dios podrá estar hablándole a usted. Reflexione en lo siguiente:

  • P ¿Será un PECADO que debo confesar?
  • A ¿Será una ACTITUD que debo adoptar?
  • M ¿Será un MANDAMIENTO que debo obedecer?
  • P ¿Será una PROMESA que debo reclamar?
  • E ¿Será un EJEMPLO que debo seguir o evitar?

Ahora que ha permitido que Dios le hablara, hable con Él en oración.

  1. Pida PERDÓN: Confiese su pecado, arrepiéntase y reciba el perdón de Dios
  2. De GRACIAS: Agradezca a Dios por sus muchas bendiciones y promesas
  3. Por FAVOR: Ore por sus necesidades y las de otros; salvación, sanidad, protección
  4. Finalice diciendo TE AMO. Termine este tiempo en adoración y alabanza

Ahora que ha permitido que Dios le hablara, hable con Él en oración.

  1. ¿Qué le habló Dios?
  2. ¿Cómo esto cambiará sus perspectivas?
  3. ¿Cómo aplicará esto en su vida diaria?

Juan 14:15 “Si me amáis, guardad mis mandamientos”

Santiago 1:22 “Mas sed hacedores de la palabra, y no tan solamente oidores, engañándoos á vosotros mismos”

DEVOCIONALES