CONSTRUCTORES DE CASAS VANAS

Marzo 29 de 2025

La iglesia no cierra. Ahora más unidos, más cerca.

CONSTRUCTORES DE CASAS VANAS

 

SALMOS 127:1-5

Cántico para los peregrinos que suben a Jerusalén. Salmo de Salomón.

127 Si el Señor no construye la casa,
    el trabajo de los constructores es una pérdida de tiempo.
Si el
 Señor no protege la ciudad,
    protegerla con guardias no sirve para nada.
2
 Es inútil que te esfuerces tanto,
    desde temprano en la mañana hasta tarde en la noche,
y te preocupes por conseguir alimento;
    porque Dios da descanso a sus amados.

3 Los hijos son un regalo del Señor;
    son una recompensa de su parte.
4
 Los hijos que le nacen a un hombre joven
    son como flechas en manos de un guerrero.
5
 ¡Qué feliz es el hombre que tiene su aljaba llena de ellos!
    No pasará vergüenza cuando enfrente a sus acusadores en las puertas de la ciudad.

 

 

https://youtu.be/SKhT7Qp0zUM?si=GjuDmaSCzaGLxdut

 

 

Estimado lector:

 

El Salmo 127 resalta las bendiciones que Dios concede al ser humano para su felicidad: un hogar, seguridad, familia, paz y descanso. Aunque una casa puede representar el lugar donde habita una familia, también simboliza un templo, un linaje, un liderazgo o cualquier otro proyecto en el que se invierten esfuerzos.

El mensaje del salmo no se opone al trabajo arduo (Proverbios 6:6-11), pero advierte sobre el peligro de depositar la confianza en el esfuerzo propio, generando ansiedad y dependencia de las propias fuerzas en lugar de confiar en el Señor.

Sin la presencia de Dios, todo esfuerzo humano resulta inútil. Construir, proteger y trabajar pierde su verdadero significado si Dios no está en el centro de la vida. Mientras que las obras humanas son pasajeras, Dios es eterno. Solo Él concede el verdadero descanso y la capacidad de disfrutar sus bendiciones con contentamiento.

 

4 pasos que te ayudarán a tener un tiempo con Dios.


Invite en oración a la presencia de Dios y pídale que su verdad le sean reveladas.

  1. Lea despacio
  2. Lea en voz alta
  3. Mientras esté leyendo pregúntele a Dios:

¿Señor qué me quieres decir hoy?
Permita que el Espíritu Santo le revele


Dios podría estar hablándole de Él

  1. ¿Quién es Él?
  2. ¿Cuáles son sus características?
  3. ¿Qué hará?

Dios podrá estar hablándole a usted. Reflexione en lo siguiente:

  • P ¿Será un PECADO que debo confesar?
  • A ¿Será una ACTITUD que debo adoptar?
  • M ¿Será un MANDAMIENTO que debo obedecer?
  • P ¿Será una PROMESA que debo reclamar?
  • E ¿Será un EJEMPLO que debo seguir o evitar?

Ahora que ha permitido que Dios le hablara, hable con Él en oración.

  1. Pida PERDÓN: Confiese su pecado, arrepiéntase y reciba el perdón de Dios
  2. De GRACIAS: Agradezca a Dios por sus muchas bendiciones y promesas
  3. Por FAVOR: Ore por sus necesidades y las de otros; salvación, sanidad, protección
  4. Finalice diciendo TE AMO. Termine este tiempo en adoración y alabanza

Ahora que ha permitido que Dios le hablara, hable con Él en oración.

  1. ¿Qué le habló Dios?
  2. ¿Cómo esto cambiará sus perspectivas?
  3. ¿Cómo aplicará esto en su vida diaria?

Juan 14:15 “Si me amáis, guardad mis mandamientos”

Santiago 1:22 “Mas sed hacedores de la palabra, y no tan solamente oidores, engañándoos á vosotros mismos”

DEVOCIONALES