Mayo 21 de 2022
Lo
que retrasa el cumplimiento de una promesa.
Josué
16:5-10
5 Y en cuanto al territorio de los hijos de
Efraín por sus familias, el límite de su heredad al lado del oriente fue desde
Atarot-adar hasta Bet-horón la de arriba. 6 Continúa
el límite hasta el mar, y hasta Micmetat al norte, y da vuelta hacia el oriente
hasta Taanat-silo, y de aquí pasa a Janoa. 7 De
Janoa desciende a Atarot y a Naarat, y toca Jericó y sale al Jordán. 8 Y de Tapúa se vuelve hacia el mar, al arroyo de Caná, y sale
al mar. Esta es la heredad de la tribu de los hijos de Efraín por sus familias. 9 Hubo también ciudades que se apartaron para los hijos de
Efraín en medio de la heredad de los hijos de Manasés, todas ciudades con sus
aldeas. 10 Pero no arrojaron al cananeo que
habitaba en Gezer; antes quedó el cananeo en medio de Efraín, hasta hoy, y
fue tributario.
Josué
16:5-10
5 El
siguiente territorio se le entregó a los clanes de la tribu de Efraín para que
fuera su hogar:
El
límite comenzaba en Atarot-adar, al oriente. De allí, iba a Bet-horón de
arriba 6 y seguía hacia el mar Mediterráneo. Desde Micmetat, en el
norte, el límite formaba una curva hacia el oriente y pasaba Taanat-silo, al
oriente de Janoa. 7 De Janoa, giraba hacia el sur hasta Atarot y
Naarat, tocaba Jericó y terminaba en el río Jordán. 8 Desde Tapúa, el
límite se extendía hacia el occidente a lo largo del barranco de Caná y luego
al mar Mediterráneo. Esa es la tierra asignada a los clanes de la tribu de Efraín
para que fuera su hogar.
9 Además,
algunas ciudades con sus aldeas vecinas en el territorio asignado a la media
tribu de Manasés fueron separadas para la tribu de Efraín. 10 Los de
Efraín, sin embargo, no expulsaron a los cananeos de la ciudad de Gezer, así
que sus habitantes viven como esclavos entre el pueblo de Efraín hasta el día
de hoy.
Estimado
lector:
Siendo
José uno de los doce hijos de Jacob, no había una tribu que llevara su nombre.
La razón fue que José, como el primogénito de Raquel, esposa de Jacob, recibió
una porción doble de la herencia. Esta doble porción se la entregó José a sus
dos hijos, Efraín y Manasés, a quienes Jacob consideraba como a sus propios
hijos (Génesis 48:5). El territorio más grande y la mayor influencia en la
mitad norte de Israel pertenecían a Efraín y a Manasés. (v9-10). Además, esta
tierra era muy fértil, correspondiendo a las bendiciones pronunciadas por Jacob
(Génesis 49:25-26) y Moisés (Deuteronomio 33:13).
La
expresión: "pero no arrojaron" (v10) al pueblo cananeo de la tierra
suena como un reproche o reclamo realizado por el autor bíblico, manifestándolo
como un fracaso en todo este proceso de conquista de la Tierra Prometida. Esto
se debe a que fue algo contrario al deseo explícito de Dios y a sus mandatos
(Josué 13.1-6). El no haber desalojado por completo al pueblo pagano y sus
dioses de la tierra, causaría un sinnúmero de problemas a la nación. El libro
de Jueces y el resto de los libros históricos, registra muchas de estas luchas
que duraron cerca de 400 años, hasta que estos cananeos fueron sometidos por el
rey Salomón. La expectativa por poseer toda la tierra no fue cumplida en su
totalidad, sino que se mantuvo siempre algo pendiente, un “todavía no”, por
causa de no obedecer radicalmente la voluntad de Dios.
Al
igual que la tribu de Efraín y Manasés, muchos creyentes en la actualidad
tienen una promesa de parte de Dios, pero por causa de postergar, no priorizar
su comunión con Dios, evadir el servicio Dios, no renunciar a lo que le
desagrada, mantener hábitos que impiden el crecimiento espiritual, dejarse
seducir por el mundo y los placeres de la carne, terminan batallando, expuestos
a un probable fracaso y a un retraso del cumplimiento de esas promesas de Dios.
Arrojemos
de nuestras vidas todo aquello que no nos edifica, que nos impide madurar en la
fe y obedezcamos sin demora los mandatos de nuestro Padre Celestial y veremos
el acercamiento del cumplimiento de lo que Dios ha prometido.
Invite en oración a la presencia de Dios y pídale que su verdad le sean reveladas.
¿Señor qué me quieres decir hoy?
Permita que el Espíritu Santo le revele
Dios podría estar hablándole de Él
Dios podrá estar hablándole a usted. Reflexione en lo siguiente:
Ahora que ha permitido que Dios le hablara, hable con Él en oración.
Ahora que ha permitido que Dios le hablara, hable con Él en oración.
Juan 14:15 “Si me amáis, guardad mis mandamientos”
Santiago 1:22 “Mas sed hacedores de la palabra, y no tan solamente oidores, engañándoos á vosotros mismos”